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domingo, noviembre 15, 2009

Y sin embargo, mujer




De sobra sabés que sos el primero
que no miento, si juro que daría
por ti el mundo entero,
por ti el mundo entero.

Y sin embargo un rato cada día,
ya ves,
te engañaría con cuqluiera,
te cambiaría por cualquiera.

Ni tan arrepentida,
ni encantada,
de darte yo mi vida, lo confieso,
yo que tanto he besado, yo
que te he enseñado.

Yo sé mejor que vos que hasta los huesos,
sólo calan los besos que no has dado,
los labios del pecado.

Porque una casa sin ti es una emboscada,
el pasillo de un tres de madrugada,
un laberinto sin luz,
ni vino tinto,
un velo de alquitrán en la mirada.

Y me envenenan los besos que voy dando,
y sin embargo cuando duermo sin ti, contigo sueño.
Y con todos vos dormís a mí lado,
y si te vas, me voy por los tejados
como gata sin dueño,
perdida en el pañuelo de amargura
que empaña sin mancharla
mi hermosura.

No debería contarlo, y sin embargo,
cuando piden la llave de un hotel
y a media noche encargan un buen champagne francés,
y cena con velitas para dos,
él siempre es otro, amor,
nunca sos vos.
Bien sabés lo que te digo.

Porque una casa sin ti es una oficina
un teléfono ardiendo en la cabina
una palmera
en el museo de cera.
Un éxodo de oscuras
golondrinas.

Y me envenenan los besos que voy dando,
y sin embargo cuando duermo sin ti, contigo sueño.
Y con todos vos dormís a mí lado,
y si te vas, me voy por los tejados
como gata sin dueño,
perdida en el pañuelo de amargura
que empaña sin mancharla
mi hermosura.

Y cuando vuelvo hay fiesta en la cocina,
y bailes sin orquesta y ramos de rosas
con espinas.
Pero dos no es igual que uno más uno,
pero el lunes al café del desayuno
vuelve la Guerra Fría.

Y al cielo de mi boca el purgatorio,
y al dormitorio el pan de cada día.

viernes, noviembre 13, 2009

Hollywood Mar del Plata

Si esto fuera una película de Hollwood, la situación sería otra.

La ventana del bar del hotel sería inmensa, de quince por siete metros, vidrio doble. La vista desde el piso 50 donde estoy ubicada me ofrece la panorámica de una ciudad norteamericana que brilla en cada luz de neón - Boston, Seattle, quizás Nueva York. Tengo un vaso de whisky en la mano, Johnny Walker etiqueta negra sin hielo, y un cigarrillo con boquilla en la otra. El pelo atado, las uñas verdes y mis lentes-antifaces sobreviven en Hollywood; el resto de mi atuendo dejó paso a una combinación sexy y elegante que cubre mi cuerpo de Jennifer Lopez. El sector fumador del bar está poblado por seis o siete personas más, algunas parejitas, el resto hombres de traje y corbata que beben penas y fantasean con streapers sentados en la barra. Fumo, pensativa, y escribo en una libreta de cuero que llevo a todos lados, con la Parker de platino que mi padre, ex agente del FBI, me regaló para mi último cumpleaños. Estoy de visita en la ciudad cubriendo un festival de cine para la revista en la que trabajo. No, de hecho, soy jurado del festival. Eso justifica el derroche de glamour del hotel, el bar a cuenta de la habitación, la habitación a cuenta del festival. Pero me encuentro sola. Sola y tomando Johnny Walker. En Hollywood, al menos tengo glamour.

Sin embargo, aquí estoy. En la planta baja del hotel Juan D. Perón de Mar del Plata. Mi whisky caro y sin hielo se revela en su verdad tercermundista de botella de Quilmes de boca ancha. En este lugar no existe un salón fumador, sólo una vereda inhóspita y fresca. A través de mi ventana no me puedo enamorar de un hermoso horizonte nocturno de luces ciudadanas y diminutas; a lo sumo una calle gris y húmeda con un Fiat Spazio estacionando en la esquina. Los borrachos de barra se esfuman en el aire, y me dejan con un guardia de seguridad que mira comedias románticas dobladas al castellano neutro por TNT. Sola y tomando Quilmes. Sin Hollywood, pierdo todo mi glamour.

Sin embargo, a pesar de ser anti-glamorosa, peronista y cervecera, estoy en un festival de cine. Así que Hollywood puede ir y meterse sus cincuenta pisos cinco estrellas bien en donde le duela - y yo, yo me voy a ver películas.

lunes, octubre 19, 2009

Caprichitos

Tengo ganas de darte besos en párpados cerrados, de dormir respirando tu sueño y hacerte masajes en los pies. De cocinarte desnuda con un delantal celeste, cantarte con la guitarra y disfrutar juntos una película de living.

Se me antoja encontrarte revolviendo mi cajón de bombachas, eligiendo una para sacarmela entre mimos y sábanas. Que me hagas cosquillas suavecitas, y reirnos a escondidas de los vecinos. Quiero manipular tu cuerpo a voluntad, como tubos de ensayo en un laboratorio de cuatro paredes blancas y un colchón de dos plazas. Decodificar tu piel de a tiritas, clasificándola según su sensibilidad y tu reacción, para anotarlo en la lista de formas de hacerte feliz.

Encendeme un pucho, contame un secreto, sorprendeme de a ratitos. Tomemos vino en la terraza, escapémonos un finde a la costa, dejame desenvolver el regalo que oculta tu ropa. Vení cuando te lo pido.



La pasaríamos muy bien.

domingo, octubre 18, 2009

Killing me softly

Yo sé que estuve mal.
Que veníamos bien y de repente me porté mal.
Como dice Malena, que filma videos como ninguna: "Veníamos bien, veníamos muy bien". Las cosas estaban funcionando. Había algo en nuestra comunicación, nuestra química o mis dedos que hacía que marcháramos con viento a favor. Vos crecías con mis mimos, yo me iluminaba en el reflejo de tus luces. Todo venía suave y cómodo, como un cadillac rojo rumbo a Las Vegas en un atardecer de desierto a 200km/h. ¿Qué podía pasar? No le temíamos al futuro. Sabíamos que estaba ahí, inexpugnablemente inalcanzable en la línea de un tiempo condenado a caminar para adelante, pero no nos importaba. Habíamos decidido disfrutarnos, compartirnos y gozarnos durante todo el presente que tuviéramos. Y mierda que nos estaba saliendo bien.

Los días pasaban y crecían a semanas y meses. Las horas juntos subían y bajaban, dependían de vos pero sobre todo de mí. Mis tiempos locos, atérmicos, incorregibles: horarios de trabajo, compromisos, amigos y yo misma demandándome atención personalizada. Y vos entre todos ellos, aún brillante, sonreías paciente y me veías hacer malabares con el reloj para exprimirle a la vida todo lo que me ofrece. Así me conociste y así te gusté, aceptando de entrada mi condición de dispersa en vela.

Pero el tiempo comenzó a alargar. Dejamos de compartir momentos para compartir ausencia - vos por un lado, y yo en la mía. Manteníamos contacto, claro, pero ya no era como antes: estaban pasando otras cosas por los caminos de cada uno, y no las compartíamos. Dos trenes con rieles a la deriva, de vías oxidadas y olvidadas en los pastizales de lo nuevo y desconocido. Yo me alejé y vos no te moviste. Quedamos lejos un tiempo hasta asumirlo.



Al menos ahora me doy cuenta.

Aunque no sepa a quién se lo escribo.

miércoles, octubre 14, 2009

Los amores de la vida

Mi vieja tiene un amigo, Bubby, al que llama su marido virtual. Es un amigo de hace muchos años con el que habla por teléfono todas las noches antes de irse a dormir, durante una hora o más. Se cuentan qué hicieron en el día, charlan de política y las novedades mediáticas de la semana mientras ella fuma y él se emborracha con vino. Después se van a dormir, cada uno en su cama.

Siempre me dio gracia esa relación que tienen. Dos cincuentones divorciados que apalean la soledad del dormitorio con compañía telefónica. ¿Acaso serán los únicos que hacen algo así? ¿Cuántos complementan ausencias de un lado con compañeros de otro?

El amor toma mil y un formas. Cada relación es en sí misma una nueva forma de amor. A veces nos hacen creer que una vida sin amor pasional (entiéndase "de pareja") es una vida incompleta, gris, marchita. Como si tener un hombre al lado le diera sentido a la existencia de una mujer, y viceversa.

Bubby una vez le dijo a mi vieja que el problema de las minas es que buscan en un tipo todo (un marido, un compañero, un amante), hasta que se dan cuenta de que la posta es un marido por un lado y un amante por el otro. Mamá Mandarina, en cambio, dice seguir creyendo en el amor completo entre dos personas.

Y yo... yo tengo mis dudas. Creo que la hermosa pluralidad del amor es su virtud más grande. Podemos no estar en pareja, o no estar enamorados, pero con amigos y amantes la vida se llena de amor y compañía.

El secreto está de la felicidad en no ser solitario.

miércoles, octubre 07, 2009

Pasajera nocturna

Hace ya algunas semanas que vengo con algunos problemitas para dormir de noche. Mi rutina nocturna viene a ser la siguiente: llego de laburar, ceno algo, me cuelgo en la computadora escribiendo, twitteando y boludeando y cuando me di cuenta son las 4.30am. Hora del bajón. Entonces abro la heladera y me llevo lo que haya encontrado (en el mejor de los casos una milanga fría) al livin, para ver la tele mientras como. Pero justo entonces agarro alguna repetición de una peli o serie que me interesa por más que ya la haya visto, y cuando vuelvo a ver el reloj son las 6am. Y entonces ahí sí, apago la tele, guardo todo, vacío el cenicero y me meto en la cama, agradeciendo que mi horario laboral arranque a las 14hs.

Yo no sé por qué hago estas cosas. Por un lado, bueno, admitámoslo de una vez: tengo una adicción a Internet. Necesito chequear los mails, los blogs, Twitter y, en menos medida, Facebook. También están esos amigos online que una tiene, a los que no les conocés ni la cara, pero con los que pasás horas chateando por día. Pero más allá de Internet... ¿cómo puede ser que me esté cayendo de sueño, y luego de encender la computadora deje de bostezar?

Por otro lado está el tema de la soledad nocturna. Como convivo con Mamá Mandarina, es difícil estar sola y tranquila en casa, sin que nadie interrumpa ni rompa las pelotas. Las madrugadas, en cambio, son sólo mías: ella duerme, yo escribo.

Y por último, está el tema de los límites. ¿Por qué no me voy a dormir a un horario medianamente normal? No digo las 22.30hs, eso no existe en mi mundo ni nunca existirá. Pero, por ejemplo, la 1am... no es un mal horario para acostarse. O las 2am, incluso. Y no. No lo hago. Cuelgo entre bloggers y Legalmente Rubia por más que en mi cabeza todo lo que quede es una niebla sonámbula. Quisiera que se entienda esto: no es que se me vaya el sueño, es que reniego de él. Durante el día puede atacarme un cansancio infernal en cualquier momento. He cabeceado seriamente cargando expedientes en el laburo, y las siestas de 45' que me pego en los colectivos son lo que me mantienen con vida. Pero cuando llega la noche, mi mente se niega a ponerse a descansar, por más que mi cuerpo lo implore. Como si fueran horas secretas de tranquilidad personal que le robo a las madrugadas para tener tiempo no sólo para hacer lo que debo, sino también lo que me gusta.

De modo que sí, tengo problemas con la adicción a Internet, y un serio trastorno del sueño que debo controlar. O al menos aprovechar ese tiempo mejor, y en vez de volver a ver Ray, escribir este post.

Uy, son las 2.10am...

Listo, me fui a dormir.



Good night!




sábado, junio 20, 2009

Saturday night

Pootah dice:
i love youuuu

Claire Mandarina dice:
holaa

Pootah dice:
hola =)

Claire Mandarina dice:
how's it going?

Pootah dice:
bien
llegue a una explicacion al respecto
creo que podriamos decir que estos años estuve
y aun estoy en una crisi vital, y que tengo que poner
los valores de cómo estoy en el marco de esa crisis
digamos, 'pootah en crisis esta bien'

Claire Mandarina dice:
claro
eso hago yo

Pootah dice:
aham

Claire Mandarina dice:
q haces hoy?

Pootah dice:
escuchar propuestas
tenes alguna?

Claire Mandarina dice:
ver pelis?
ir a un bolichin?

Pootah dice:
porque la verdad me invito guille a una
fiesta en palermo y estoy re nada

Claire Mandarina dice:
me baje la boda de mi mejor amigo
te re cabió

Pootah dice:
ajajjajajajjajajajajjajaa
JAJJAJAJAJJAJAJA

Claire Mandarina dice:
jajajajajaja
puedo postear este chat en mi blog?
(sin tu nombre, no, vos sos pootah)

Pootah dice:
AJAJJAJAJJAJA
Pootah, mató que lo pusieras con mayúscula
si te hace felíz, ponelo
ponelo, ponela

Claire Mandarina dice:
no te digo ni que si ni que no
te digo ponele

Pootah dice:
*risita de f.narvaez*
ponelo, ponela, ponele

Claire Mandarina dice:
che che
anoche
boluda!
BOLUDA ANOCHE
te tengo que contar
ay no
dale venite a casa putita

Pootah dice:
así dicho suena muy tentador
weno
voy

Claire Mandarina dice:
wiii ^^

Pootah dice:
me da miedo bajar la barranca, tengo que confesar

Claire Mandarina dice:
tomate un taxi

Pootah dice:
subirla también me da miedo

Claire Mandarina dice:
yo te lo pago

Pootah dice:
goah, ahí si me siento bien pootah
claro, ahora que sos capitalista

Claire Mandarina dice:
claro mami

Pootah dice:
pagas taxis a tus putas y tenes un zipo de nana

Claire Mandarina dice:
soy re pimp

Pootah dice:
total.

Claire Mandarina dice:
che Gon me está preguntando q hago
lo invito?
ok acaba de decirme "salgo para allá en 15"

Pootah dice:
seh, pero si le lastimo las pupilas con mi look chotex de hoy sory

Claire Mandarina dice:
todo bien
pedite el tacho pooti

Pootah dice:
ok ok

Claire Mandarina dice:
mientras posteo

Pootah dice:
ok bancame

Claire Mandarina dice:
mandale un beso a mis lectores

Pootah dice:
eh.. beso
(me pone incómoda esta cosa tan publica)

Claire Mandarina dice:
curtite

miércoles, junio 10, 2009

Renata

Renata es una vaquita diminuta que habita en las rendijas de mi cerebro. Como tiene complejo de piojo, cuando decide salir a pastar sobre la superficie de mi cuero cabelludo tiñe sus manchas de fucsia, así no la confunden. También puede hincharse y reducirse a piaccere, con lo que no es extraño sentirla bailar en el laberinto de mi oreja, o echarse a dormir en el cerro de mi teta derecha, apoyando la cabecita sobre la punta de mi pezón.

Renata no conoce el pudor ni la vergüenza. Dispone de mi cuerpo con la naturalidad de la inocencia. A veces me hace acordar a la mascotita de Cometín Sónico que cambiaba de color; sus actitudes son muy parecidas, y su camuflaje, idéntico. Mi vaquita es traviesa y muy coqueta. Se divierte intentando llegar a la China a través de mi ombligo, dando largos paseos por la llanura de mi espalda o jugando a las escondidas entre los dedos de mis pies.

Admito que a veces se pone un poco molesta. Cuando no le presto atención porque estoy en otra (el cine, la facultad, jugando al poker) se ofende e intenta recuperar su protagonismo mordisquéandome el lóbulo o haciéndome cosquillas en las axilas. La mejor solución para estos casos es inclinar la cabeza como si quisiera destaparme un oído y obligarla a meterse en su hogar, que, recordemos, es mi cerebro.

Pero yo la quiero a mi Renata. Sin ella las noches serían mucho más solitarias. Me divierte conversar con ella, aunque sus reflexiones no pasen de un muuu. Renata es mi musa inspiradora. Ella no lo admite, pero sé que en sueños me susurra historias mugiantes de su tribu mágica de vaquitas diminutas y multicolores. También me regala semillas de ideas, plantándolas en los rincones de mi lóbulo frontal de madrugada, para que florezcan a la noche siguiente y me llenen de sueños su jardín.

A veces temo que un día tenga que partir. Sé que la extrañaría, pero también la comprendería. Algún día tendrá que volver al país de Nunca Jamás, la aldea de los Pitufos o de donde carajo sea que vino. Pero hasta entonces, ella es mi vaquita, y yo su pradera. Y juntas somos mucho más que dos.

jueves, junio 04, 2009

And as I walk the streets alone

Creo que debería explicar un poco mi situación, aunque no sé por qué, ya que ni siquiera sé si alguien la lee (y menos creo que a alguien le importe).

Tengo muchos problemas.

La enredadera de mi casa sigue creyendo que estamos en primavera, y no para crecer. Curiosa, sus ramitas verdes se extienden hacia el interior, con intenciones claramente imperialistas para extender sus dominios hacia las paredes internas de mi habitación. Como me da pena cortarla, me resigno a tejerla en los barrotes de la ventana, formando lo que algún día terminará siendo un colchoncito verde y vivo que impone barreras aduaneras a los rayitos de sol que pretendan conquistar los interiores de mi dormitorio.

Adelino anda medio desaparecido y yo feliz. Esa novia fantasma que tiene le deja sollozos de pollito mojado en el Muro y yo me río por dentro y por fuera. Mi viejo amigo está condenado a su propia libertad y no puede enfrentarla. Yo también soy todo lo libre que me permito, pero al menos no sufro. Tanto.

Sea como sea, mejor. Es necesario que me lo saque de encima. Los planes para el sábado se ahogaron de la noche a la mañana. Ya creo que tengo uno nuevo, no sé si mejor, o más divertido, pero de mínima pinta interesante. Y eso en estos tiempos no está nada mal.

Otro problema que tengo se llama facultad. Pero de ese no quiero hablar.

Mejor me pongo a bailar cumbia que esta negra la canta como nadie.




Calate ese pasito!

jueves, mayo 28, 2009

Planes

Buen día a todos!

No, no voy a rendir. Es una gran falacia que estoy lista para este examen. No voy a hacerlo. NO ME PRESIONENN MASSSSSS!!!

So...

En media hora salgo para la facu.

Sin dormir.
Bien.
Equilibrada.
Bien bien.

Qué más, qué más...


Mañana voy con F y G a ver al DJ Muppet colorado de El Bolsón al mismo antro pshyco de la otra vuelta. Genial!

También mañana me dan la nota del parcial de Historia Argentina :S (go girl!)

El sábadooo... el sábadoo....

El sábado...?

El sábado a la noche voy a la fiesta de Marloboro (?). Posta. Re careta pero gratis, so... voy con las facu chics. Re tops, re divinas, una es estudiante de modelo, la otra Miss Bahía Blanca, et moi, la petisita culona, a caretear re chochas a Costa Salguero. Divine. A la caza de chetos.

El domingooo...
no plans for now.

¿Dormir?
¿Re-empezar el estudio así no me atraso como antes?

¿Salir a correr por Palermo? (yeah right biatch)


Y el sábado que viene es la Fiesta VH1!!!!!!! YEAH!!! Estrenaré mi free pass de Niceto esa preciosa noche en la que planeo emborracharme, drogarme, bailar descontrolada y, con suerte, terminar en la cama con linda compañía. Can't wait.


Decía...


No, no me insistan, no voy a rendir.

Puedo, o darla libre (go girl!), o recursarla (nuevamente) el cuatri que viene. Bla. Ya lo decidiré.


See you tomorrow loved ones!