jueves, mayo 28, 2009

Planes

Buen día a todos!

No, no voy a rendir. Es una gran falacia que estoy lista para este examen. No voy a hacerlo. NO ME PRESIONENN MASSSSSS!!!

So...

En media hora salgo para la facu.

Sin dormir.
Bien.
Equilibrada.
Bien bien.

Qué más, qué más...


Mañana voy con F y G a ver al DJ Muppet colorado de El Bolsón al mismo antro pshyco de la otra vuelta. Genial!

También mañana me dan la nota del parcial de Historia Argentina :S (go girl!)

El sábadooo... el sábadoo....

El sábado...?

El sábado a la noche voy a la fiesta de Marloboro (?). Posta. Re careta pero gratis, so... voy con las facu chics. Re tops, re divinas, una es estudiante de modelo, la otra Miss Bahía Blanca, et moi, la petisita culona, a caretear re chochas a Costa Salguero. Divine. A la caza de chetos.

El domingooo...
no plans for now.

¿Dormir?
¿Re-empezar el estudio así no me atraso como antes?

¿Salir a correr por Palermo? (yeah right biatch)


Y el sábado que viene es la Fiesta VH1!!!!!!! YEAH!!! Estrenaré mi free pass de Niceto esa preciosa noche en la que planeo emborracharme, drogarme, bailar descontrolada y, con suerte, terminar en la cama con linda compañía. Can't wait.


Decía...


No, no me insistan, no voy a rendir.

Puedo, o darla libre (go girl!), o recursarla (nuevamente) el cuatri que viene. Bla. Ya lo decidiré.


See you tomorrow loved ones!

Tiempos difíciles para el romanticismo

Sencillamente genial!




Lo vi en Publicana.

miércoles, mayo 27, 2009

Responsable de Alta

¿A quién le mandaron un mail de preselección para un laburo? ¿Ehh? ¿A quién?

A Claireeeeeeee!!! :D

Ay por favor que salga!!... Necesito YA un laburo... Esto de tener que pedirle guita a mi vieja para comprar apuntes es de cuarta, no me lo banco más...

Crucemos los dedos! ^^

lunes, mayo 25, 2009

Desatendida

OK, no puede ser. Mi amigo F. está cogiendo más que yo. Encima gracias a mí, porque le presenté chonga nueva. ¿Dónde se ha visto? The world is upside down. Hace un año, las cosas no eran así, nono. La libretita roja estaba on fire. Hoy, me cuesta recibir respuesta a un mísero mensajito.

¿Qué le pasa al mundo? ¿Qué le pasa a los hombres? ¿Tan difícil es para una chica conseguir un poco de sexo seguro y eficaz?

Qué bodrio.

domingo, mayo 24, 2009

Heartbroken

Anoche empecé a escribirlo. Decía que me cagaba en tu honestidad brutal, tu falta de filtro entre lo que sentís y pensás y lo que me decís, tus movimientos de estantería y todo lo demás. Quería poder plasmar en una entrada toda la bronca, la decepción y la soledad en la que me vi envuelta. Pensé en mandarte un mail kilométrico, escupiéndote mi realidad a la cara. Hoy, resacosa de una noche sola a tu lado, intentaré otra cosa.

Ya no estoy enojada. Estoy triste, sola, descorazonada. Creo que siempre supe que esto iba a terminar así. Más bien, siempre lo temí, lo consideré una fuerte posibilidad. Anoche, concretados mis temores, me vestí con mis mayores inseguridades y me transparenté ante tus ojos esquivos. Lo único que me quedaba era mi verdad desnuda, y la ofrecí a tu contemplación del vacío, tus nervios evidentes y tu silencio profundo. No se podría decir que obtuve una negativa. Más bien no obtuve nada. Sos un laberinto de dudas e inseguridades que te atan las manos, los pies y la boca, impidiéndote conocer tus propios deseos y anhelos. Yo, también, soy una pelotuda.

Tu miedo a lastimarme fue lo único que sentí con claridad. Estás aterrado por la responsabilidad de tus actos. Antes que sentir dolor, preferís no sentir nada. ¿No te das cuenta que no hay control posible? Tu estrategia es equivocada. Creés que ignorar lo que me pasa (y lo que, había entendido, también te pasaba) es lo más parecido a la felicidad que podés encontrar. En pos de evitarme sufrimiento, me lo infringís. ¿Sorprendido? Claro que me lastima tu rechazo.

Lo único que me queda es olvidarte. Producirte el vacío de mí tal como yo siento el tuyo. Veremos si me extrañarás; yo creo que sí, pero que no harás nada para evitarlo. No cuento con eso. No cuento con vos.


Se necesita un cirujano de corazón
para extraer tumor maligno.




viernes, mayo 22, 2009

Confesión

"yo simplemente te digo siempre todo lo que siento y pienso y me sale de adentro, porque por algun extraño motivo, solo con vos me siento en confianza y lo suficientemente comodo para hacerlo.
asi de una, sin vuelta"






(¿qué se supone que una debe responder a esto?)

martes, mayo 19, 2009

Tragedia romántica


¿Alguien sabe cuál es la diferencia entre las comedias románticas y la vida real? Yo sé que hay muchas, pero hay una que es la piedra fundamental de una ficción de ese tipo. Y se las voy a contar.

En todas las películas románticas, todas, todas sucede la siguiente escena. Hacia el final, él se da cuenta de que está enamorado de ella, decide que no puede vivir sin ella, y va corriendo (nunca un bondi) a buscarla. Ella lo ve, se ofusca, intenta hacerse la desentendida, pero el discurso hermoso y romántico que él le escupe la puede y terminan besándose. Fin.

¿Alguien me explica esta desconexión interna masculina? ¿Por qué es que los hombres no se dan cuenta que están enamorados de una mujer? ¿Qué clase de neurosis extrema los lleva a alienarse a tal nivel de su propio corazón, que ni siquiera pueden reconocerse enamorados cuando lo están? ¿Tanto se desconocen a sí mismos?

Los hombres de las comedias románticas no son reales. Lo digo por experiencia. Un hombre real puede o no tener esa desconexión, pero si la tiene, es irrecuperable. Mi hipótesis dice que si un hombre no escucha o no quiere escuchar su corazón, no lo escuchará. Las murallas levantadas son demasiado grandes y fuertes como para que una mortal imperfecta pueda derrumbarlas. Creo que el futuro de los hombres sin propia conciencia sentimental es la soledad hecha destino. Algunos terminarán casándose con una chirusa sumisa de buenas caderas para parir bien los hijos y criarlos como Dios manda. Otros se reclutarán a la soltería crónica, y algunas noches, secretamente, añorarán ese amor adolescente y primero, el único que reconocieron y al que abrieron su corazón.

He tenido varias relaciones de este tipo, con el corazón en la mano, y su ambivalencia. Gestos de cariño, palabras tiernas dejadas caer con descuido, formaban un caminito de migajas que, pensaba, conduciría hacia su autoconciencia de sus propios sentimientos. Pero siempre terminó igual. Me es imposible hacerle ver a un hombre lo que creo que siente por mí. Imposible. Y eso que tengo todas las técnicas. Los desarmo, los dejo al desnudo, trémulos, y les digo "Estás en la tuya. Yo no voy a hacer más por vos si vos no te conectás con vos mismo". Los echo de mi casa y los dejo de llamar. Y, claramente, desaparecen.

Siempre vuelven, though. De alguna manera. Cada tanto cae un mensajito. "Estuve pensando mucho en vos, me gustaría volver a vernos". Bueno, dale, veámonos. Si total ya sé para qué es. Para que me cuentes lo mucho que te ayudé, que te curé, fui tu enfermera premium y una persona que te marcó de por vida. Pero nada más. Me recordarás toda la vida como una mujer excesivamente inteligente y especial. Pero no como un amor. Y por eso te abandono.



lunes, mayo 18, 2009

Te vi

OK, esto no es real. No es posible. No entra en el parámetro de mis posibilidades de *mundo real*. Esto sólo pasa en las películas, ¿entendés? No pasa en la vida real. Es como si yo me estuviera por ir a vivir a otro país y vinieras a detenerme al aeropuerto. O si, estando en el lugar más remoto del mundo, nos volviéramos a encontrar después de muchos años y todo siguiera igual. Esas cosas no pasan. No le pasan a nadie. Y menos que menos a mí.

O sea, ¿cómo explicarlo? Estaba viendo una peli, The Holiday, para ser más precisa. Comedia romántica típica pero entretenida, y con gran cast. Tranquila, fumando, tirada en la cama y con la lap encima. Dejándome llevar por la ya conocida trama. En eso, Jude Law está manejando. Tiene a Cameron Diaz al lado. Ella, disimuladamente, lo mira. Él le devuelve la mirada, y le sonríe. La sigue mirando, hasta que la sonrisa se esfuma, y le ves salir el corazón por los ojos. Y entonces te vi. Te vi. No sé cómo fue, pero te vi. No estaba pensando en vos. Quizás, bueno, lo admito, estuve pensando en vos todo el día. Pero no mientras miraba la película. Había podido desentenderme de mi vida por unas dos horas, admirando a Kate Winslet y simplemente contemplando. Y de repente apareciste. Tu cara, por una milésima de segundo, ocupó la de Jude Law. Te vi ahí mismo, manejando, mirándome. No sé qué es, no sé por qué será, pero me está matando. Y no puedo dejar de pensar en vos.

When did this happen? Te congelaste por la eternidad en esa mirada de Jude, llena, colmada de vida; explotaste en mi cara y mis sentidos sin previo aviso. Como lo venís haciendo. Y como espero (y temo) que seguirás.


lunes, mayo 11, 2009

La mágica libreta roja

Tengo la fantasía de conseguirme una libretita roja. En ella anotaría sistemáticamente todos los números de teléfono y datos personales de chongos presentes y pasados. Una nunca sabe cuándo será necesario retomar algún contacto pretérito.

Una de las cagadas máxime de los celulares es que si te lo afanan perdés todos los números. Y si bien la mayoría suelen ser recuperables, los números de chongos no suelen tener back up. En la puta vida se te ocurre copiar el número de un pene por si se te llega a perder. A menos que tengas la mágica libreta roja.

En mi libreta no estaría sólo el nombre y el teléfono, no. Para eso me haga una plantilla de Excell y ya. En mi libretita estaría detallado todo aquello que es fundamental saber a la hora de elegir poronga. Desde ya, nombre y apellido (sí, apellido), en caso de conocerlo. Sobrenombre o nick, fundamental en chongos con raíces cybernéticas. Algunas características deberían actualizarse periódicamente, tales como último estado civil conocido y última fecha de encuentro en principio. Y luego, un detalle exhaustivo sobre sus cualidades amatorias. Ejemplifiquemos:

- ¿Realizó sexo oral? Sí - No.
En caso de "Sí", ¿de calidad o mediocre?
- ¿Cuál fue el máximo de polvos conseguidos en una noche?
- ¿Cuál fue el máximo de orgasmos obtenidos en una noche?
- ¿Puede acabar con el forro puesto?
- ¿Me hizo la cola? Sí - No
En caso de "Sí", ¿satisfactoria o dolorosamente?
En caso de "No", ¿no quiso o no pudo?
- etc...

Finalmente, el expediente se completaría con datos de color, tales como su adicción o negación de la nicotina, preferencias musicales, narcóticos frecuentados y opinión sobre las películas de Richard Linklater.

De esta forma, y comparandolo con la tipificación ideal de chongos, sería mucho más sencillo encontrar lo que una anda buscando para alguna noche en particular. Además, un índice ordenado como este facilitaría mucho la sociabilización de información a amigas necesitadas por síndrome de abstinencia sexual.


¿Alguien me regala la libretita?

viernes, mayo 08, 2009

Complementación humana

La re puta madre. ¿Me podés explicar por qué, Claire? ¿Por qué carajo siempre te pasa lo mismo? Si sabés que no vas a ningún lado así. Pero no, claro, la señorita no puede evitarlo. Lo ves y listo, ya está, ya te lo querés volver a coger. Loca de mierda. ¿No te acordás que el planeta se prende en llamas cada vez que se miran a los ojos? Y sabés que no lo digo en el buen sentido. Se va todo al carajo. Siempre. Y vos como una boluda volvés a tocarte pensando en él. No lo podés evitar. Lo ves y te acordás de cómo tu piel y su piel sincronizan al 400% y el Eva 01 se vuelve re chapa y se devora al ángel en una de las escenas más violentas y excitantes de la historia del anime. Ahora que lo pienso, suena bastante coherente. Vos serías el Eva, él sería el minusválido de Shinji. Es tal cual. Porque es que es así. Lo ves y te lo querés coger. Y te chupa un huevo el quilombo de la existencia mutua. Simplemente querés volver a arrancarle la ropa como tantas veces hiciste, sacada. Morderle los hombros y hacerlo chillar de placer como una nena. Siempre te encantó sentir que llegaban a un punto de comunicación tal que terminaban por confundirse y fusionarse los roles masculino y femenino. Te encaaaanta que sea tan putito, que te ruegue por que le metas el dedo en el culo bien hasta el fondo, y cierre los ojos y gima. Te hace sentir Afrodita encarnada en una porteñita secreta. Y él no se quedaba atrás, no. No te olvides de que fue el primero que te lamió el culo, en tu baño, porque esa noche tu depto estaba lleno de gente y ustedes dos no podían más y se encerraron en el baño a tener una de las mejores sesiones de sexo de tu fucking vida. Porque él también sabía qué punto tocar, y cómo y cuánto, con la precisión de un neurocirujano especializado en tus orgasmos. Acordate: fue el único con el que te pudiste putear y cagarte a trompadas en la cama en un crescendo de violencia y calentura. Te apretaba la garganta, ahogándote, puteándote y a vos, putita mía, se te empapaba la bombacha y girabas los ojos hasta el cielorraso. Te escalofriaba la cintura con dedos de terciopelo y vos te aguantabas hasta el límite, tirándote de boca a su divino y gordo sexo para devorarlo sin topes ni piedad.

Sí, la pasabas divinamente con él.
Pero olvidalo, porque no va a suceder nunca más.

lunes, mayo 04, 2009

Risitas

Tus dedos apenas rozaban mi cintura desnuda. Era menos que contacto, era el calor de tus dedos contra mi piel sin tocar. Planeaban a pocos milímetros, provocando ganas, jugueteando. Mezcla de escalofrío con caricia que irradiaba impulsos eléctricos de la cintura a la entrepierna. No podía evitar sonreir y encogerme, tentada.

No eran exactamente cosquillas. Era erótica en cámara lenta. Siempre me llamó la atención tu capacidad para hacerme reir a la par que me excitás. No sé cómo hacés, nadie más lo hace. Por lo general, el sexo es algo serio y compenetrante, que requiere concentración. Pero con vos es como ir al circo. Creo que cualquier otro hombre que me hiciera un chiste mientras me recorre con la lengua me produciría rechazo, me deserotizaría. Pero vos sos diferente. No sé cómo hacés. Me susurrás verdades firuleteadas al oído y yo ya quiero que empieces a deslizarme la blusa. Me mordisqueas la curva de las axilas, los pezones afilados y yo sólo puedo reirme y gozar. Sé que a vos también te excita. Me encanta que te caliente mi risa, porque lo hacés a propósito, esperando el resultado. Como si a un comediante de stand up se le parara mientras su público lo festeja, tu sexo se hincha con cada sonrisa que me dibujás.

Sin embargo, las verdaderas carcajadas se desatan en mis orgasmos. No puedo contenerlas. Es pura felicidad y alegría brotando de mi cuerpo hervido y espinoso. Mi sexo entra en ebullición y mi humor explota en risotadas incontrolables de goce y satisfacción. ¡Te encanta! Te encanta tanto que te contenés hasta el límite, ya que tu intención, cada vez que me llamás, es la misma: escuchar la mayor cantidad de orgasmos-risa que puedas por noche.



No me río de vos, me río con vos.
Nunca mejor dicho.

Una

He decidido que te necesito más de lo que recordaba. Por fin lo acepté. Pocas personas entienden cuán importante y fundamental sos para mí. Si no te tengo me falto a mí misma, me extraño sin vos. Soy una mujer más completa cuando te dedico horas, energía y libido. Soy más yo con vos que con nadie más.

Te necesito porque te formo a mi imagen y semejanza, y con vos me transformo y me hago bien. Sos mi orgasmo intelectual ante miles de anónimos enamorados por palabras cachondas y húmedas. Sos mi sueño, mi utopía, mi vocación. Sos tanto más que seguir ignorándote, olvidándote, dejándote por otro es sinónimo de abandonarme a mí misma.

Lo intenté. Te juro que lo intenté. Te cerré y te clausuré en tu mejor momento. Te suicidé a los 27 de sobredosis, como Janis, como Marilyn. Así todos te recordarían en la flor de la vida, jamás envejecerías, permanecerías por siempre dibujando desnudos en mentes ajenas y empujando poluciones nocturnas olvidadas por la mañana. Pero te extrañé. Me hiciste falta, ay, tanta falta!

Mis motivos para desaparecerte permanecerán conmigo. Fue una apuesta, una decisión. Dolorosa y todo, fue consciente. Quise cambiar. Quise fundirme en otro y olvidarte, retenerte sólo como una anécdota de mi loca loca juventud. Soñé que algún día, ya grande, le confesaría a mi hija mayor la picardía que fue alimentarte durante casi un año. Intenté reducirte a una travesura pasajera. No pude.

Durante algún tiempo fui feliz. Me dejé inundar por otras cosas, por otra persona, otra vida. Jugué a ser normal, y me salió bastante bien. Durante algún tiempo. No sé cuándo fue que volví a mí misma. No fue algo repentino. Fue como si un ladrón invertido fuera devolviendo cosas que había abandonado. Hasta que encontré mi casa repleta de cosas que extrañaba.

Intenté hacerte convivir con mi nueva escena. Te cambié el maquillaje, borré tu memoria y quise devolverte a la vida. Pero ya no eras el mismo. Ya no podía darte lo que me dabas. Habías sido el centro de mi atención, mi niña bonita, el fruto de mi vientre malcriado. Pero te habías corrompido, yo te había corrompido. Debí suponer que tu muerte no fue en vano.

No pude hacerlo. No pude revivirte. Mis enormes planes se ahogaron en tres días y algunos intentos fallidos más. Te dejé ahí, vestido de cita, y nunca más volví. Te quedaste con el ramo de rosas, esperándome, extrañándome, sabiendo que eras un homúnculo, un zombie, un intento desesperado por recuperarme.

Hoy me di cuenta que no puedo vivir sin vos. Te necesito. No aguanto más mi sueño sponsorizado. Abandonarte es abandonarme, y no estoy dispuesta a ello. Quiero cultivarte y plantar flores rosas en tu jardín, que a veces es mi sexo, y otras mi corazón. Quiero me semilles y me florezcas como lo supiste hacer tan bien en otro tiempo. Sé lo que esto significa, porque sé que tu escencia es secreta. No podés vivir en público conocedor. Tu ocultamiento es para vos el elixir de la vida. Y secretearte tiene un precio, que debo asumir y pagar en efectivo. Pero decido apostar por vos. Apostar por mí.

Llámenme egoísta.
Sólo quiero ser feliz.