martes, noviembre 24, 2009

Juego de rol

Te propongo algo. ¿Te copás? Vení, sentate acá. ¿Querés algo? Yo me voy a hacer un té, y tengo soda en la heladera... ¿un café? ¿Mate? Bueno, soda. Ahí te traigo. ¿Fría querés? Dale, dame un segundo.

Acá tenés. ¿Algo para picar, te puedo ofrecer?... Bueno en realidad no hay mucho, puedo agarrar unas milanesas que sobraron del mediodía y cortarlas en cuadraditos - quedan de copetín. ¿No tenés hambre? Mirá que les ponés mayonesa y... Bueno, listo, nada para comer. ¿Seguro? Okey.

Mirá, quería proponerte lo siguiente... Quería que juguemos un juego de rol un rato. Imaginate que yo soy Lau. Laura. Tu hermana, boludo... No sé si te suena. Je... bueno, imaginémonos que yo soy Laura, tu hermana menor. Vos siempre dijiste lo mucho que nos parecemos - que los gustos, la forma de ser, somos parecias, ¿no? OKa. Vengo un día, una noche, recién llegás de laburar y yo sigo despierta. Nos encontramos... en la cocina, como estamos ahora. No sé, yo me estoy haciendo un té y vos venís a buscar un vaso de soda. Nos sentamos en la mesa, vos con tu soda, yo con mi té, y te cuento... Te cuento que estoy saliendo con alguien. Yo, Lau, tu hermana menor, estoy saliendo con un tipo.

Cuántos años tiene es lo primero que me preguntás. Diecinueve, te digo yo. Tiene dos más. ¿Vos qué te imaginás? Un hijo de puta. Sale con tu hermanita el degenerado drogón ese. Seguro que anda en un motociclo pedorro y lo cuida como si fuera una Harley Davidson, pero no tiene un peso partido a la mitad, y encima se coge a tu hermanita. Pero te callás y me preguntás, más ubicado, si me trata bien. Yo te digo que sí, que labura, y toca la guitarra en una banda de rock. Como vos.

Y ahí te interesa. Si es rockstar puede ser un salame o un tipo inteligente. Puede ser un caballero o un golpeador de menores, pero aunque sea le das el beneficio de la duda. Me preguntás qué música escucha. Te digo, rock, punk, algo de tango. Querés detalles. Beatles, Floyd, Ramones, Goyeneche. Suena bien, ¿no? Mejora el pibe. Igual, insistís: ¿pero me trata bien? ¿De verdad? Porque sino vas y lo cagás a trompadas...

Y yo, Lau, me río de mi hermano mayor, y le digo que es un cuida. Y que mi nuevo novio es un rockstar. Que lo voy a ver a recitales, me emborracho y fumo porro con él en el conurbano todos los fines de semana. Que me coge cuando puede porque en general está zarpado en droga y no se le para, pero que yo lo entiendo y lo quiero igual. Que no, obvio que no me pega, aunque tampoco me acaricia o me mima, pero que él es así, medio arisco, porque así lo criaron, no es un tipo cariñoso. Y que sé que en el fondo es un buen tipo, que capaz no pasa mucho tiempo conmigo porque labura, y tiene la banda, pero que los ratos que pasa conmigo se re porta. Y que yo lo quiero así.

Amor, ¿vos qué le dirías a tu hermana si te dice eso? Yo sé lo que te pasaría: lo querrías cagar a trompadas al pendejo drogón, ¿no es así? Romperle la cabeza con un bate de béisbol en una plaza pública o destrozarla contra los escalones de la casa de la madre, para que vea qué clase de cadáver tiene el hijo que crió. Bueno, quizás no tanto, pero entendés el concepto. Te parecería que el tipo la trata muy mal a Laurita, que no le da la atención que le corresponde con lo linda e inteligente nena que es. ¿Cómo es posible que un tipo no valore a la mina que tiene al lado, cuando esa mina es una mina como Laurita, o como yo, que somos parecidas?... ¿no, mi amor?


Entonces te pido, por favor... Dejá la falopa, negro. Dejala, o vas a tener que auto-romperte la cabeza porque vos te portás tan pelotudo conmigo como el personaje ese se portaría con mi cuñada. Dejala, o te dejo yo.

lunes, noviembre 23, 2009

Concurso Oblogo - Hipotecario

Quedan sólo cuatro días para votar en el concurso Oblogo - Hipotecario y la olla comienza a hervir. Hoy de mañana recibí un correo electrónico en el que me informaron que mi post Tragedia Romántica se encuentra en el top 15 de los votados!

Así que si todavía no lo hicieron, pueden re coparse y votar el post haciendo CLICK ACÁ. Miren que menos de cuatro estrellitas me bajan el promedio, eh!...


¡¡Gracias a todos y todas por su apoyo!!... ¡Estoy muy nerviosa!

martes, noviembre 17, 2009

La mujer azul

Hay una noche que tiñe de azul oscuro el patio. Como una anilina invisible pero poderosa que impregna las paredes de humedad, la noche se desparrama por mi ventana y mi reloj. Miro la hora: 3:58am. Casi las cuatro de una madrugada más metida en el espiral sin fin hacia un futuro que depende exlusivamente de mí.

Bien.

Buena forma de arrancar un miércoles.

Me desperezo. No es horas de estar laburando. ¿Cuántas horas hace que estoy frente a esta computadora? ¿Seis, siete, nueve?... Perdí la noción del tiempo en la noche. Me pregunto cuánto tiempo tardará su anilina en impregnarme la piel y teñirme de azul. Falta poco, estoy segura.

En efecto.

El líquido entra por mis poros como lombrices microscópicas que alcanzan mi sistema circulatorio. Me cambian. La sangre entra en ebullición fría y me recorre, renovándome. La siento avanzar. Mis brazos se oscurecen y la tintura avanza. La piel se me va enfriando en su inevitable avance. Siento revoluciones microscópicas en mis arterias, como fuegos dulces que explotan en la piel. Crecen pimpollos celestes en los lóbulos de mis orejas, y florecen margaritas turquesas en mi cintura. Un barco pirata iza sus velas sobre el océano embravecido de mi espalda. La noche no me tiñe homogénea, sino versátil - tornasoles y sombras me decoran según la luz. Me sacudo el vestido y me trepo a la ventana abierta: el frío de mi madre me golpea en la cara y los pechos se me erizan. Es una linda noche.

Salgo al patio de mis colores y miro para arriba. El cielo brilla alfombrado de nubes lilas, es imposible adivinar la luna. Me reflejo más violeta en esta luz, tengo que andar con cuidado.


No sea cosa que las presas me vean venir.

domingo, noviembre 15, 2009

Y sin embargo, mujer




De sobra sabés que sos el primero
que no miento, si juro que daría
por ti el mundo entero,
por ti el mundo entero.

Y sin embargo un rato cada día,
ya ves,
te engañaría con cuqluiera,
te cambiaría por cualquiera.

Ni tan arrepentida,
ni encantada,
de darte yo mi vida, lo confieso,
yo que tanto he besado, yo
que te he enseñado.

Yo sé mejor que vos que hasta los huesos,
sólo calan los besos que no has dado,
los labios del pecado.

Porque una casa sin ti es una emboscada,
el pasillo de un tres de madrugada,
un laberinto sin luz,
ni vino tinto,
un velo de alquitrán en la mirada.

Y me envenenan los besos que voy dando,
y sin embargo cuando duermo sin ti, contigo sueño.
Y con todos vos dormís a mí lado,
y si te vas, me voy por los tejados
como gata sin dueño,
perdida en el pañuelo de amargura
que empaña sin mancharla
mi hermosura.

No debería contarlo, y sin embargo,
cuando piden la llave de un hotel
y a media noche encargan un buen champagne francés,
y cena con velitas para dos,
él siempre es otro, amor,
nunca sos vos.
Bien sabés lo que te digo.

Porque una casa sin ti es una oficina
un teléfono ardiendo en la cabina
una palmera
en el museo de cera.
Un éxodo de oscuras
golondrinas.

Y me envenenan los besos que voy dando,
y sin embargo cuando duermo sin ti, contigo sueño.
Y con todos vos dormís a mí lado,
y si te vas, me voy por los tejados
como gata sin dueño,
perdida en el pañuelo de amargura
que empaña sin mancharla
mi hermosura.

Y cuando vuelvo hay fiesta en la cocina,
y bailes sin orquesta y ramos de rosas
con espinas.
Pero dos no es igual que uno más uno,
pero el lunes al café del desayuno
vuelve la Guerra Fría.

Y al cielo de mi boca el purgatorio,
y al dormitorio el pan de cada día.

viernes, noviembre 13, 2009

Hollywood Mar del Plata

Si esto fuera una película de Hollwood, la situación sería otra.

La ventana del bar del hotel sería inmensa, de quince por siete metros, vidrio doble. La vista desde el piso 50 donde estoy ubicada me ofrece la panorámica de una ciudad norteamericana que brilla en cada luz de neón - Boston, Seattle, quizás Nueva York. Tengo un vaso de whisky en la mano, Johnny Walker etiqueta negra sin hielo, y un cigarrillo con boquilla en la otra. El pelo atado, las uñas verdes y mis lentes-antifaces sobreviven en Hollywood; el resto de mi atuendo dejó paso a una combinación sexy y elegante que cubre mi cuerpo de Jennifer Lopez. El sector fumador del bar está poblado por seis o siete personas más, algunas parejitas, el resto hombres de traje y corbata que beben penas y fantasean con streapers sentados en la barra. Fumo, pensativa, y escribo en una libreta de cuero que llevo a todos lados, con la Parker de platino que mi padre, ex agente del FBI, me regaló para mi último cumpleaños. Estoy de visita en la ciudad cubriendo un festival de cine para la revista en la que trabajo. No, de hecho, soy jurado del festival. Eso justifica el derroche de glamour del hotel, el bar a cuenta de la habitación, la habitación a cuenta del festival. Pero me encuentro sola. Sola y tomando Johnny Walker. En Hollywood, al menos tengo glamour.

Sin embargo, aquí estoy. En la planta baja del hotel Juan D. Perón de Mar del Plata. Mi whisky caro y sin hielo se revela en su verdad tercermundista de botella de Quilmes de boca ancha. En este lugar no existe un salón fumador, sólo una vereda inhóspita y fresca. A través de mi ventana no me puedo enamorar de un hermoso horizonte nocturno de luces ciudadanas y diminutas; a lo sumo una calle gris y húmeda con un Fiat Spazio estacionando en la esquina. Los borrachos de barra se esfuman en el aire, y me dejan con un guardia de seguridad que mira comedias románticas dobladas al castellano neutro por TNT. Sola y tomando Quilmes. Sin Hollywood, pierdo todo mi glamour.

Sin embargo, a pesar de ser anti-glamorosa, peronista y cervecera, estoy en un festival de cine. Así que Hollywood puede ir y meterse sus cincuenta pisos cinco estrellas bien en donde le duela - y yo, yo me voy a ver películas.

miércoles, noviembre 11, 2009

Una decisión a tomar

Sé que vengo ausente desde hace demasiado por acá, pero tengo mis motivos. La neurosis, el bardo y el laburo no me ayudan a mis intentos de ser prolija.

Me encuentro en tiempos de encrucijada y tomas de decisiones. Para poder explicarlas, necesito retratar mi realidad laboral.

Trabajo desde el pasado mes de Junio en un convenio entre el CONICET y el Ministerio de Desarrollo Social. El mismo consiste en que el CONICET armó un grupo de trabajo que da de alta en el sistema de ANSES a los beneficiarios de las pensiones otorgadas por la Comisión Nacional de Pensiones Asistenciales (CNPA). Mi trabajo, entonces, era responsable de altas o data entry. Lo que se dice tipear numeritos todo el día.

Cada dos meses el convenio se renovaba y pasaba una nueva partida de expedientes a dar de alta. Hasta la semana pasada ese fue mi trabajo. ¿Cuál fue el problema entonces?

En principio, laburaba en negro. Lo que se dice negro noche. No firmé ningún tipo de contrato, sólo una declaración jurada de confidencialidad de los beneficiarios de las pensiones. Me tuve que anotar como monotributista y presentar factura para cobrar... cuando cobraba.

Al día de hoy (11/11), todavía me deben los pagos de septiembre y octubre. Agosto lo cobré hace dos semanas (o sea, a finales de octubre). El retraso de los pagos llega a los dos meses y nadie se inmuta por modificarlo - dicen que no hay nada que puedan hacer, que las partidas presupuestarias, que el Ministerio, que la mar en coche. Y lo mejor de todo es que nos aseguraron que esto va a seguir siendo así. Lo que laburaremos en Noviembre y Diciembre recién lo cobraremos en Marzo/Abril - y ni hablar de Enero y Febrero.

Con motivo del enorme atraso de los pagos algunos pibes armaron quilombo y un día cayó una inspección del Ministerio de Trabajo. No sé muy bien qué pasó porque fue en el otro turno, pero tengo entendido que se inició una causa sumaria... que igual no solucionó nada.

Con motivo de esto las altas cúpulas decidieron que antes de la firma del nuevo convenio (Nov-Dic) se convocará a los laburantes a través de una mujer de RRHH y que nos harán firmar un contrato de locación de servicios. Lo que sería subir medio escalón hacia la legalidad laboral (sólo medio). Pero, aún así, seguiremos cobrando con dos meses de demora.

¿Cuál es el problema de esto?... Al demorarse tanto los pagos, cuando finalmente llegan lo único que tenemos son deudas. La plata llega y se va instantáneamente porque ni siquiera nos pagan los meses atrasados juntos, sino de a uno. Veo escurrise mi salario entre mis dedo como un puñado de arena. Esto genera que me tome el laburo cada día menos en serio... ¿cómo pueden pedir algún tipo de compromiso si ellos mismos no pueden cumplir el más básico de todos? Yo vendo mi fuerza de trabajo - si no me la pagan, ¿dónde está el beneficio? ¿Dónde la seriedad?

Estos días de parate entre convenios me están haciendo pensar mucho. Y la verdad es que no sé si quiero volver ahí. Los pros siguen existiendo: son pocas horas, el laburo es sencillo, hay buen ambiente laboral y dentro de todo es un buen sueldo. ¿Pero de qué me sirve un buen sueldo si no lo cobro? Lo que más me molesta es la actitud de los gerentes - como si debiéramos estar agradecidos de que, aunque sea, tenemos laburo. Como si pedir lo pagos en tiempo fuera un reclamo sindical desmedido y caprichoso. Ni hablar de tener vacaciones (ni siquiera pagas! vacaciones sin cobrar!) - nos fue negado al momento de sugerirlo.

De modo que estoy en tiempos de encrucijada. He comenzado a considerar la posibilidad de patear el tablero y apostar un todo o nada a lo que realmente me gustaría dedicarme: escribir. Emprolijar mi CV, armarme un lindo portfolio y empezar a golpear puertas de revistas ofreciéndome como freelancer. Moverme por Twitter, Linkedin, cualquier lado: todo contacto sirve, y algo de talento tengo. Además tengo el colchoncito de los dos meses que me deben, de modo que no quedo en tetas totales: en cierta forma me obligan a ahorrar, aunque sea un poquito. Jugármela en mi vida de una buena vez.

Pero tengo miedo. Tengo miedo a mis cuelgues y mi dispersión horaria; tengo miedo de fracasar rotundamente, y no por mi falta de energías sino mi falta de organización. Necesito entrar en la rueda, fabricarla, encontrarla. Pero creo que una vez que esté adentro, la cosa va a girar bien.