martes, mayo 19, 2009

Tragedia romántica


¿Alguien sabe cuál es la diferencia entre las comedias románticas y la vida real? Yo sé que hay muchas, pero hay una que es la piedra fundamental de una ficción de ese tipo. Y se las voy a contar.

En todas las películas románticas, todas, todas sucede la siguiente escena. Hacia el final, él se da cuenta de que está enamorado de ella, decide que no puede vivir sin ella, y va corriendo (nunca un bondi) a buscarla. Ella lo ve, se ofusca, intenta hacerse la desentendida, pero el discurso hermoso y romántico que él le escupe la puede y terminan besándose. Fin.

¿Alguien me explica esta desconexión interna masculina? ¿Por qué es que los hombres no se dan cuenta que están enamorados de una mujer? ¿Qué clase de neurosis extrema los lleva a alienarse a tal nivel de su propio corazón, que ni siquiera pueden reconocerse enamorados cuando lo están? ¿Tanto se desconocen a sí mismos?

Los hombres de las comedias románticas no son reales. Lo digo por experiencia. Un hombre real puede o no tener esa desconexión, pero si la tiene, es irrecuperable. Mi hipótesis dice que si un hombre no escucha o no quiere escuchar su corazón, no lo escuchará. Las murallas levantadas son demasiado grandes y fuertes como para que una mortal imperfecta pueda derrumbarlas. Creo que el futuro de los hombres sin propia conciencia sentimental es la soledad hecha destino. Algunos terminarán casándose con una chirusa sumisa de buenas caderas para parir bien los hijos y criarlos como Dios manda. Otros se reclutarán a la soltería crónica, y algunas noches, secretamente, añorarán ese amor adolescente y primero, el único que reconocieron y al que abrieron su corazón.

He tenido varias relaciones de este tipo, con el corazón en la mano, y su ambivalencia. Gestos de cariño, palabras tiernas dejadas caer con descuido, formaban un caminito de migajas que, pensaba, conduciría hacia su autoconciencia de sus propios sentimientos. Pero siempre terminó igual. Me es imposible hacerle ver a un hombre lo que creo que siente por mí. Imposible. Y eso que tengo todas las técnicas. Los desarmo, los dejo al desnudo, trémulos, y les digo "Estás en la tuya. Yo no voy a hacer más por vos si vos no te conectás con vos mismo". Los echo de mi casa y los dejo de llamar. Y, claramente, desaparecen.

Siempre vuelven, though. De alguna manera. Cada tanto cae un mensajito. "Estuve pensando mucho en vos, me gustaría volver a vernos". Bueno, dale, veámonos. Si total ya sé para qué es. Para que me cuentes lo mucho que te ayudé, que te curé, fui tu enfermera premium y una persona que te marcó de por vida. Pero nada más. Me recordarás toda la vida como una mujer excesivamente inteligente y especial. Pero no como un amor. Y por eso te abandono.



7 comentarios:

Anónimo dijo...

Cada quien tiene su estilo de amar y ser amado.

Uno siempre sigue más o menos el mismo patrón. En lo que da y en lo que busca recibir, y por tanto, obtiene.

Palabras redundantes.

A menos que traigan con ellas la conciencia de la necesidad del cambio. Y es que si uno no empieza a mover diferente, siempre verá venir lo mismo.

Besitos, niña.

Moriz dijo...

Las mujeres tampoco están preparadas para un hombre así, reconozcanlo.
Les da pánico que un hombre de repente se les ponga enfrente y les diga que las ama profundamente.
Y también, te lo digo por experiencia propia.
Pienso que en general tenemos que superar nuestra histeria, tanto hombres como mujeres, y la vamos a empezar a pasar mucho mejor.
Como siempre, muy bueno lo tuyo.

Luis Quijote dijo...

Hay una tremenda escasés de "chirusas sumisas de buenas caderas".
Y la "mujer sumisa" creo que se extinguió en estado libre (están todas en pareja o casoriadas).
Para confrontar, discutir o pelear, tenemos a otros hombres en el trabajo, practicando box o discutiendo de política.
De la Mujer -con mayúsculas- esperamos que nos haga creer que somos importantes en su vida y que "llevamos las riendas".
Y no nos preocupa saber que en realidad se cumpla La historia de la humanidad en una sola foto. <=Click

Foto <=Ver.

Luci dijo...

ay, vos sí que sos una buena mandarina.


Felicitaciones por tus graciosas crónicas de la desconsolada vida de la single woman.


Lu

Anónimo dijo...

Algún día voy a escribir cómo las películas románticas están arruinando a la gente. Pero no en este momento.

Volviendo a tu reflexión... qué decir. Son temas tan personales y que hacen a uno hablar desde toda su propia experiencia, que es difícil ponerse de acuerdo, es difícil sacar una verdad única.

Una cagada que haya sido así para vos :(

Alelí dijo...

Lamentablemente me he sentido muy identificada. ¡Que horror! deberíamos censuras esas peliculejas siniestras que afectan nuestras neuronas. Leí el post en la revista y eso me trajo hasta aquí. Me voy a llorar un rato...

Besos

Anónimo dijo...

Loo, esto es re similar al discurso de July Delpy en Before the Sunrise, en el taxi. "Estoy cansada de que los hombres vengan y me cuenten cuán felices fueron después de alejarse de mí".