viernes, mayo 08, 2009

Complementación humana

La re puta madre. ¿Me podés explicar por qué, Claire? ¿Por qué carajo siempre te pasa lo mismo? Si sabés que no vas a ningún lado así. Pero no, claro, la señorita no puede evitarlo. Lo ves y listo, ya está, ya te lo querés volver a coger. Loca de mierda. ¿No te acordás que el planeta se prende en llamas cada vez que se miran a los ojos? Y sabés que no lo digo en el buen sentido. Se va todo al carajo. Siempre. Y vos como una boluda volvés a tocarte pensando en él. No lo podés evitar. Lo ves y te acordás de cómo tu piel y su piel sincronizan al 400% y el Eva 01 se vuelve re chapa y se devora al ángel en una de las escenas más violentas y excitantes de la historia del anime. Ahora que lo pienso, suena bastante coherente. Vos serías el Eva, él sería el minusválido de Shinji. Es tal cual. Porque es que es así. Lo ves y te lo querés coger. Y te chupa un huevo el quilombo de la existencia mutua. Simplemente querés volver a arrancarle la ropa como tantas veces hiciste, sacada. Morderle los hombros y hacerlo chillar de placer como una nena. Siempre te encantó sentir que llegaban a un punto de comunicación tal que terminaban por confundirse y fusionarse los roles masculino y femenino. Te encaaaanta que sea tan putito, que te ruegue por que le metas el dedo en el culo bien hasta el fondo, y cierre los ojos y gima. Te hace sentir Afrodita encarnada en una porteñita secreta. Y él no se quedaba atrás, no. No te olvides de que fue el primero que te lamió el culo, en tu baño, porque esa noche tu depto estaba lleno de gente y ustedes dos no podían más y se encerraron en el baño a tener una de las mejores sesiones de sexo de tu fucking vida. Porque él también sabía qué punto tocar, y cómo y cuánto, con la precisión de un neurocirujano especializado en tus orgasmos. Acordate: fue el único con el que te pudiste putear y cagarte a trompadas en la cama en un crescendo de violencia y calentura. Te apretaba la garganta, ahogándote, puteándote y a vos, putita mía, se te empapaba la bombacha y girabas los ojos hasta el cielorraso. Te escalofriaba la cintura con dedos de terciopelo y vos te aguantabas hasta el límite, tirándote de boca a su divino y gordo sexo para devorarlo sin topes ni piedad.

Sí, la pasabas divinamente con él.
Pero olvidalo, porque no va a suceder nunca más.

7 comentarios:

Anónimo dijo...

Me volteó, mal.

Tal vez escribir sea un poco olvidar. Ánimo.

GALO PIERROT dijo...

implacable!!! amamos a Charles Bukowski creo!!! besos!!!

Stranger dijo...

Bien dicen por ahi, que lo pasado, pasado está por mas bueno que haya sido.

Damn, pero weno asi, c'est la vie.

Abrazos.

diganmelón dijo...

El eterno juego entre el Tánatos y el Eros
Entre la caricia más hiriente y el golpe más dulce.
El deseo venciendo a las simples ganas.
La piel que le gana a la razón.
El riesgo bendito de perderlo todo por un instante, y la decisión maldita, consciente; de hipotecar todo por sentir un sólo instante esto......
Dicen que hay gente a la que le ha sucedido......
Dicen que hay unos malditos afortunados que lo vivieron....
Dicen......

Lolita y El Profesor dijo...

Qué sorprendente manera de describir esa mélange de sensaciones.

El Profesor

Cherry dijo...

Digale no señorita! es un postre que no hay que probar, te entiendo y mucho. Pero sabes que después termina para mal. Así que a ponerse a regimen de esa etapa!

Abrazos hermosa!

Voromir dijo...

Ah, la pasión es al fin un vicio es un licor que te hace adicto, esclavo de él y de quien mejor nos lo dosifique.

En esencia el desastre llega cuando nada más importa.

me gustó...

Besos