martes, noviembre 17, 2009

La mujer azul

Hay una noche que tiñe de azul oscuro el patio. Como una anilina invisible pero poderosa que impregna las paredes de humedad, la noche se desparrama por mi ventana y mi reloj. Miro la hora: 3:58am. Casi las cuatro de una madrugada más metida en el espiral sin fin hacia un futuro que depende exlusivamente de mí.

Bien.

Buena forma de arrancar un miércoles.

Me desperezo. No es horas de estar laburando. ¿Cuántas horas hace que estoy frente a esta computadora? ¿Seis, siete, nueve?... Perdí la noción del tiempo en la noche. Me pregunto cuánto tiempo tardará su anilina en impregnarme la piel y teñirme de azul. Falta poco, estoy segura.

En efecto.

El líquido entra por mis poros como lombrices microscópicas que alcanzan mi sistema circulatorio. Me cambian. La sangre entra en ebullición fría y me recorre, renovándome. La siento avanzar. Mis brazos se oscurecen y la tintura avanza. La piel se me va enfriando en su inevitable avance. Siento revoluciones microscópicas en mis arterias, como fuegos dulces que explotan en la piel. Crecen pimpollos celestes en los lóbulos de mis orejas, y florecen margaritas turquesas en mi cintura. Un barco pirata iza sus velas sobre el océano embravecido de mi espalda. La noche no me tiñe homogénea, sino versátil - tornasoles y sombras me decoran según la luz. Me sacudo el vestido y me trepo a la ventana abierta: el frío de mi madre me golpea en la cara y los pechos se me erizan. Es una linda noche.

Salgo al patio de mis colores y miro para arriba. El cielo brilla alfombrado de nubes lilas, es imposible adivinar la luna. Me reflejo más violeta en esta luz, tengo que andar con cuidado.


No sea cosa que las presas me vean venir.

4 comentarios:

Valeria dijo...

Tuviste el poder de hacerme vivir cada sensación...Creo que pocas veces un escrito me transmitió la energía y la fortaleza de los colores como éste.Nada más certero que el color azul y sus variantes para definir la noche. Y pensarla azul, realza el brillo de la luna, y te empapa de su soledad. Muy bueno Claire ;) valedc

La mona Bermúdez dijo...

Quién será el haz de luz rojo que te vuelve tan violeta, mujer.


Hermoso post.

:)

Claire Mandarina dijo...

Valeria y La mona Bermúdez: Gracias por sus palabras chicas, este blog anda tan pobre de comentarios! Me alegra que les haya gustado, creo que es un post muy femenino... no?

Valeria dijo...

Si, claro que sí...pero también va para un masculino romanticón :P